Universos es una perpetua despedida, un tropiezo de destinos.
Tener que arrancarme mis alas después de haberlas alzado brillantes.
Es, no atreverme a recoger nuestras ruinas. Querer ser y no poder quedarme. Justo ahí, a donde vas cuando te dan un abrazo mágico, de esos que te salvan la vida. Es aprender a reciclar suspiros mientras me desgarro entre lo que fue y lo que podría. —Nunca sabré qué duele más—.
Pero también, es desterrar al Sr. Miedo, —a los quiero y no puedo— y a los universos a destiempo. Es mi nuevo comienzo sin cuento de hadas.
Coserme y aprender a abrir mis alas, antes de alzar el vuelo.