Patricia es una joven que vive recluida en su casa porque le tiene miedo al mundo por culpa de la enfermedad que contrajo hace cinco años, cuando la atropelló un coche. Estaba a punto de casarse y de ser madre cuando sus sueños se desvanecieron, cuando su vida cambió por completo, y ahora no cree que pueda volver a ser feliz, pues teme a la gente y a la vergüenza social que le supone estar entre un grupo de caras irreconocibles para ella.
Joel es un arquitecto que sueña con tener su propia constructora porque trabaja para su padre y tiene que soportar todos los días al obrero con el que su mujer le fue infiel hace dos años. Gracias a su mejor amiga Regina, consiguió superarlo, pero desde entonces ha vivido dedicado exclusivamente al trabajo, ignorando a cualquier mujer que se le acercase.
Cuando una tarde, después de una dura jornada de trabajo, Joel se vea rescatado por una joven de ojos azules que habla chino a la perfección, no podrá dejar de pensar en ella y en esa rosa que tiene tatuada junto a su ceja y que tanto desea acariciar.
Pero la joven pasa de él, cada vez que se lo encuentra parece que si ni siquiera sepa quién es, y eso le desconcierta, pues nunca antes se ha sentido tan ignorado por una mujer.
Una noche en la que coinciden por casualidad, como si de un milagro se tratase, Patricia se da cuenta de que puede reconocer a Joel y quién sabe si empezar una relación con él, conseguir que de nuevo un hombre se enamore de ella, intentar ser feliz… ¿Lo conseguirá, teniendo un secreto que le hizo perder a su prometido y amigas? ¿Podrá luchar contra su enfermedad y contra una amiga arpía que le hace la vida imposible?
Una serie de coincidencias hará que los personajes de esta novela se encuentren una y otra vez y no puedan escapar de lo que ha de pasar entre ellos, porque cuando el amor se cruza entre dos personas, no hay nada que pueda con él. No te pierdas esta novela fresca, dinámica y divertida, pero sobre todo, cargada de amor y sentimientos
