Tras cuatro años de calvario, Richard ha perdido todo lo que tiene. Ahora solo espera un milagro que lo salve o, en su defecto, hallar el valor necesario para quitarse la vida. Sin embargo, lo que encontrará será un nuevo trabajo en Manila, donde Rose sobrevive sin desear gran cosa, salvo que sus dos hijas puedan encontrar una vida digna fuera del arrabal que las asfixia. En Manila también vive Caloy, un hombre egoísta y violento que acaba de obtener un cargo importante de policía en Metro-Manila. Tres vidas que acabarán cruzándose en una tragedia inevitable porque, aunque creamos que tomamos nuestras decisiones libremente, no hacemos más que seguir los planes que Dios tiene para nosotros.
En su nueva novela, Jon Echanove nos invita a recorrer los contrastes de Manila al tiempo que ofrece una reflexión sobre el destino, la percepción del éxito, la desigualdad y los límites de la voluntad.